
Mentira, te conozco mas
que a mi mismo
duende burlón,
te vanaglorias
de vivir en mi
alimento exquisito
de tu debilidad
al no poder solo vivir
en un cuerpo tuyo,
viendo los niños reír
en brazos al sol
de la alegría,
huérfano triste
de padre luz y madre amor.
Ilusión, de felicidad en tu maldad
crecer en la torcida idea
de paralizar el corazón
suicidio de tu dolor.
Las pesadillas
en las que mi cuerpo
se sentía hueco y helado
era tu depresión abrasiva
de agua estancada maloliente,
el grito estremece la mente
y la sombra besa
la orilla de la cuneta.
Estéril, ser rodeado de antiguos mosaicos
de batallas y héroes
victoriosos de vidas pasadas
intruso corred por los pasillos,
servil del odio.
Destino, esquivo tiempo aplastante,
emoción de vivir dormida
entre almohadas,
tumba al aire libre
de días de campo,
de oportunidades,
y de aplausos al amanecer.
Olvido, confianza de que todo
bien esta,
quietud ingenua de la realidad
vuelta perdida al revés,
envuelta en nieves
fantasmales de la resignación
estúpida y facilista.
Mentira que te esperare.
Ilusión que te recordare.
Estéril sensación de soledad.
Destino sensación de desierto nómada.
Olvido que mentí a la ilusión estéril
de aquel destino olvidado,
de los hombres de paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario